
¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Había un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del labrador se acercaron para condolerse con él y lamentar su desgracia, el labrador replicó: – ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe? Una semana después, el